Monografías Urbanas CDMX
Monografías Urbanas CDMX
En 54Gallery, la exposición traza 7353 km de percepciones y formas, donde cada obra abre una ventana a paisajes deconstruidos y reflexiones cotidianas. Las piezas se entrelazan en una cartografía que, a través de la sensibilidad, transforma lo visible en una experiencia profunda y evocadora.
Diego Saldaña
El trabajo de Diego Saldaña, con sus óleos y pasteles, invoca el espacio público destinado al esparcimiento y el ocio como un umbral en el que lo visible y lo invisible se encuentran. En esta serie de obras, se sumerge en una estética que habita entre los parques y áreas naturales de la ciudad y sus márgenes, proponiendo una poética que va más allá de la representación del lugar para revelar su dimensión de enigma.
Sus pinturas parecen capturar no solo la imagen, sino la memoria del espacio. El artista se vale del color y la textura para abrir caminos sensoriales que nos invitan a recorrer estos entornos como territorios donde habitan tanto los recuerdos como los fenómenos intangibles. La técnica pictórica del óleo, con sus veladuras profundas, y el trazo vibrante del pastel, permiten que estas escenas oscilen entre la claridad de la forma y la sugerencia de lo onírico, desplegando un campo visual que fluctúa entre lo tangible y lo imaginado.
En este universo de esparcimiento urbano, la obra de Saldaña también explora las "posibilidades e imposibilidades" inherentes a estos lugares comunes, como si en cada rincón latiera el deseo, pero también la frustración, de alcanzar lo que allí se ha quedado como huella de experiencias pasadas. Cada parque y cada área verde en su obra se convierte en un testimonio de encuentros efímeros y de una historia anónima en la que los sueños se mezclan con vivencias fugaces. Saldaña, en su exploración pictórica, nos sitúa ante un espacio en donde lo extraordinario y lo cotidiano convergen, donde los límites entre la memoria individual y la memoria colectiva se difuminan.
En sus proyectos recientes, Saldaña convoca lo paranormal y lo misterioso, explorando el parque no solo como un sitio de esparcimiento, sino también como un paisaje cargado de significados ocultos. Lo paranormal, aquí, no es la fantasía inverosímil sino la expresión de una realidad secreta que persiste en la experiencia del espacio urbano, en aquello que vemos y no vemos, en las fantasías individuales que alimentan nuestras lecturas del paisaje urbano.
Así, Diego Saldaña nos lleva a preguntarnos: ¿Qué esconde el espacio d esparcimiento cuando la memoria y la fantasía lo recorren? Nos coloca frente a un espacio en el que cada línea y cada mancha de color contienen la tensión entre lo posible y lo imposible, invitándonos a habitar un umbral donde la imagen abre paso a las presencias ocultas que subyacen bajo la superficie de lo que se mira y lo que se recuerda.